El sonido
emitido por estos instrumentos facilita la sanidad física, emocional y mental.
Pitágoras
sostenía que cada cuerpo, cada átomo, produce un sonido en particular debido a
su movimiento, ritmo o vibración. A partir de este postulado también sostenido
por culturas milenarias es que surge la terapia con cuencos como una
alternativa para sanar enfermedades.
Quienes
ejercen la terapia con cuencos poseen una concepción holística del ser humano y
consideran que toda enfermedad tiene su origen en un desequilibrio
energético. De tal modo, al volver a sintonizar el sistema energético
del cuerpo con el cosmos se logra la armonización individual. Y los
cuencos ayudan a producir esta reconexión.
Los cuencos
tibetanos encuentran su origen durante la época de Bronce en la zona del
Himalaya. Su fabricación es a mano y consta de siete metales: oro,
plata, cobre, hierro, estaño, plomo y mercurio. Existen diferentes tamaños,
cada uno asociado a una frecuencia vibratoria más aguda o grave.
La
composición de los cuencos es una de las claves de sus múltiples beneficios, ya
que “estimulan todas las células y especialmente los siete chakras
energéticos en nuestro organismo, efecto que se logra con el cuenco puesto en
vibración a través de la resonancia de los mismos metales presentes en nuestro
cuerpo que se hayan en forma potenciada en el cuenco”.
La
correspondencia existente entre los componentes del cuenco y los que existen en
el cuerpo facultarían una conexión con las energías universales e individuales
permitiendo armonizar y sanar dolencias.
Cuencoterapia
La terapia
con cuencos tibetanos actúa a nivel vibracional estimulando las fuerzas vitales
y sintonizando nuestro organismo con las energías del cosmos.
La
cuencoterapia tiene como principio base la facultad de los cuencos para emitir
un tipo de onda alfa que es la misma
emitida por el cerebro cuando se está en estado de meditación y de calma
profunda: “Con un golpe suave se obtiene el sonido similar al de una
campana; frotando el borde del cuenco de forma circular se genera una vibración
terapéutica, la cual repercute en la columna vertebral que actúa como vehículo
de resonancia extendiéndose a través del sistema nervioso a células, tejidos y
órganos”.
Como toda
terapia basada en el sonido ésta también se rige bajo el principio de
resonancia el cual postula que una vibración más intensa y armónica contagia a
otra más débil, disonante o no saludable produciendo la sanidad.
Beneficios
de la terapia con cuencos
Las bondades
de los sonidos emitidos por cuencos en los seres humanos son integrales. A
nivel físico su uso proporciona un fortalecimiento del sistema inmunitario.
Además, se ha descubierto que mediante el sonido se logra la
autodestrucción de células cancerosas: “El doctor Gaynor director del
Departamento de medicina Oncológica e Integrativa del centro Strangh- Cornell,
ha utilizado con éxito el sonido de los cuencos y otras técnicas sonoras en
ciertos pacientes”, comenta José Uceda, perteneciente a un grupo de medicina
tibetana en España.
En lo
emocional esta terapia permite armonizar los chakras por lo que sirve para
calmar la ansiedad, combatir el estrés y la depresión. A nivel mental el sonido de los
cuencos estimula la creatividad, la claridad mental y la concentración.
No se puede
dejar de lado las cualidades místicas propias de los cuencos y la cultura
tibetana por lo que en ocasiones los pacientes afirman tener contacto con
escenas de vidas pasadas.
La medicina
alternativa es cada vez una herramienta de uso más frecuente en el mundo con
resultados tan buenos o mejores que los conseguidos por métodos convencionales
de sanidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario